* Del amaranto es una parte integral, de la cual se aprovecha todo, dijo el académico
Por Diego Cuautle
El amaranto es el único cereal con un alto porcentaje de proteína que puede disminuir los índices de sobrepeso, obesidad y diabetes señaló Adrián Argumedo Macías, investigador del Colegio de Posgraduados de Puebla.
Detalló que el amaranto posee entre 15 y 18 por ciento de proteína, cualidad que ningún otro grano, como arroz o trigo, tiene. Además, posee en 70 por ciento, el balance de aminoácidos, lo que hace que estudios lo acerquen a la proteína ideal.
Otras de las propiedades que alberga son los altos porcentajes de calcio, hierro y ácido fólico, lo que lo convierte en un alimento recomendable para las mujeres embarazadas, niños y personas de la tercera edad.
El profesor comentó que recientemente se publicaron cifras alarmantes que pueden llegar a considerarse como una epidemia de salud respecto al número de personas que sufren de diabetes y obesidad en México: “Razones por las cuales un grupo de promotores trabajamos para que una política pública se encamine a elevar el consumo de este grano”.
Estudios hechos en comunidades de los valles centrales, en Oaxaca; en el estado de San Luis Potosí, y en la fábrica San Miguel Proyectos Agropecuarios de la comunidad de Huixcazdhá, Hidalgo, han demostrado que el consumo de amaranto permitió sacar de la desnutrición infantil a dichas regiones.
Argumedo Macías dijo, además, que el amaranto es una parte integral, de la cual se aprovecha todo. Las flores que se encuentran en la parte de abajo pueden cocinarse como quelites y son ricas en vitaminas A y C, además de hierro.
En usos medicinales, las hojas verdes sirven para evitar la anemia, el grano reventado para prevenir la osteoporosis, tiene alto contenido proteínico, el aceite contenido en el grano es un antioxidante perfecto, las hojas son astringentes y reguladoras menstruales.
Asimismo, las inflorescencias se utilizan en arreglos florales, figuras o artesanías con cereal reventado. También se pueden obtener colorantes naturales de este cereal pues las hay en tonos morados, oro y verdes. Ya secos y molidos, los carrizos pueden servir como forraje para los animales.
“Por su sabor neutro es viable para que se incorpore a la dieta común de la población, en los licuados, aguas frescas, atoles, ensaladas, postres y platillos salados”, dijo Argumedo Macías, tras señalar que en Tochimilco hay reportes que señalan que el amaranto existe desde hace 6 mil años antes de Cristo.
“Tochimilco en los últimos 10 años ha sido el productor número uno de amaranto a nivel nacional; sin embargo, era empleado como un cultivo alterno que les ayudaba a cubrir las necesidades de la población como vestido, fiestas y medicinas, por lo mismo que le daban esa utilidad, no lo consumían”, indicó.
Actualmente en Tochimilco y seis comunidades de su alrededor existe un servicio comunitario para reventar el amaranto donde las familias llegan por cereal, lo tuestan y lo consumen en su dieta diaria pero en menores cantidades en comparación con el maíz, frijol y chile.
Esta actividad forma parte de su labor como miembro de un grupo de promotores del consumo de amaranto, para que se incrementen el número de hectáreas de cultivo en el país, mencionó el profesor.
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