Por Dr. Jorge Pérez Mejía
| Históricamente cuando en nuestro país la economía no marcha bien debido a distintos factores, la Secretaria de Hacienda dispone sacar las tijeras y recortar el presupuesto y siempre es el sector educativo el que paga los platos rotos y hoy no fue la excepción, el gobierno federal realizo el primer en el mes de febrero por un monto de 132 mil 300 millones de pesos. 32 mil 300 millones eran de reducción del presupuesto del Gobierno federal y los 100 mil millones restantes serían eliminados del gasto previsto en Petróleos Mexicanos. Dicho ajuste presupuestario, que incluía el aumento en las tasas de interés, se tomó como un intento por frenar la caída del peso, así como para hacer frente al desplome de los precios del petróleo.
Y en días anteriores se ha generado una crisis a nivel internacional con repercusiones en el país: el Brexit británico. La salida del reino unido de la Unión Europea, ante esta situación, El Gobierno federal decidió defender el peso y realizó otro recorte de 32 mil millones de pesos en el gasto público para hacer frente a la volatilidad de la moneda. Producto de esta medida el sector educativo se vio seriamente afectado veamos: al programa de Escuelas de Tiempo Completo (ETC) se le recortaron 16 millones a Oaxaca, 44 millones a Chiapas, a Michoacán 43 millones, a Tabasco 13 millones y medio, en total fueron 133 millones; al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) se le recortaron 22 millones lo que sin duda afecta a la educación y al desarrollo de la ciencia. En nuestro estado existen 630 planteles de educación básica que se encuentran en este programa de escuelas de tiempo completo y que se verán afectados con esta medida, en el caso de la máxima casa de estudios en nuestro Estado también sufre los estragos de esta medida de política económica al experimentar un recorte de 38 millones de pesos del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) de acuerdo a la Dirección de Fortalecimiento Institucional de la Secretaria de Educación Pública es un recurso financiero del Gobierno Federal, destinado a la construcción de espacios educativos de las universidades públicas estatales. Con la descentralización en 1997 del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, CAPFCE, y la puesta en operación en 1998 de los Comités de Administración del Programa Estatal de Construcción de Escuelas, el FAM ha venido a ser: Un recurso federal e intransferible destinado sólo para la construcción, reparación, mantenimiento, rehabilitación y equipamiento de espacios educativos de nivel superior. Durante el período comprendido entre los años 2003 a 2013, las Universidades Públicas Estatales y las Universidades Públicas Estatales de Apoyo Solidario, presentaron sus requerimientos de infraestructura física en el marco del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), pero a partir del 2014 es a través del Programa de Fortalecimiento en la Calidad de Instituciones Educativas (PROFOCIE), por medio del cual se busca dimensionar el crecimiento y consolidación de la planta física, tomando como criterio primordial la justificación académica de la misma. Esto obliga a las instituciones educativas a ser más eficientes, a hacer más con menos cuidando ante todo el recurso humano, es decir no más despidos. Por enésima vez comprobamos que la educación en nuestro país no es prioridad, los recortes pudieron haberse hecho en otras áreas, por ejemplo la presidencia de la república. Nos leemos la próxima semana y recuerden “Si transformar la realidad educativa del país es una utopía, lo único cierto es que es realmente posible”. *Dr. en Educación. Profesor- Investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla |
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