- La nutrición se ve influenciada por las malformaciones en la boca, que, a su vez, se deben a la genética, es decir, lo que se hereda: Manuel Aparicio
Nutrigenómica y nutrigenética son dos ciencias que apuntan que, para garantizar una buena nutrición, no basta el “plato del bien comer” ni la pirámide alimenticia en dietas, sino que se debe de tomar en cuenta la genética de cada persona.
Así lo dio a conocer Juan Manuel Aparicio Rodríguez, investigador de la Facultad de Estomatología de la BUAP, quien agregó que la con nutriogenética y nutriogenómica se está descubriendo qué necesita un ser humano para tener una mejor salud, pues mencionó que mientras una persona puede necesitar más hidratos de carbono otra puede requerir más proteínas y grasas o al revés.
En una entrevista, el investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) explicó que la primera ciencia estudia cómo un alimento puede activar un gen en el ser humano, mientras que la segunda explica cómo la herencia reacciona de acuerdo con lo que come cada persona.
Comentó que esto se puede conocer mediante una toma de sangre, a través de un estudio genético en laboratorio, con el que se examina la reacción de los alimentos dependiendo de la estructura genética o ADN.
Apuntó que estas áreas del conocimiento en la República Mexicana están en “pañales” por lo que consideró que debe apostar a este tipo de ramas del conocimiento para dar un mejor tratamiento nutricional.
Malformación y nutrición
Aparicio Rodríguez explicó que la nutrición se ve influenciada por las malformaciones en la boca, que, a su vez, se deben a la genética, es decir, lo que se hereda.
Detalló que las malformaciones bucales influyen en la nutrición y, en el caso del paladar hendido, indicó que la cavidad bucal puede resguardar microbios generando problemas de nutrición.
Asimismo, consideró importante determinar los errores innatos del metabolismo, los cuales, para detectarlos, en México, se realiza el conocido “tamiz neonatal”, que consiste en un análisis de la sangre tomada del talón del recién nacido a fin de identificar si tiene algún error de metabolismo –como la enfermedad hereditaria galactodemia, que produce lesiones en el hígado y sistema nervioso central–
Productos light
En tanto, el también experto en genética acotó que la fenilalanina –aminoácido– en el aspartame —edulcorante que sirve para dotar sabor dulce a un alimento artificial y que se utiliza para los productos light– es dañina, pues destruye el sistema nervioso central, por lo que es un veneno que causa migrañas, temblores, pérdida de visión, mal de parkinson, esclerosis múltiple, entre otros.
“En la Coca Cola light, el aspartame es 160 más veces que el azúcar”, comentó, a la vez que refirió que sustituir la glucosa, a causa de enfermedades como la diabetes, con otros productos puede acarrear consecuencias si no hay un estudio de su genética.
Ya se ha demostrado que hay envenenamiento producido por los productos light, pues activan genes como el del parkinson, diabetes y artritis, además de que son neurotóxicos y adictivos, comentó Aparicio Rodríguez.
“Cuando el aspartame está a más de 30 grados centígrados, el 10 por ciento del metanol se convierte en formaldehído que sirve para embalsamar cadáveres, lo cual es peligroso”.
El especialista indicó que la serotonina es una sustancia que está presente en las neuronas, que realizan funciones de neurotransmisores y que, a su vez, producen felicidad, sin embargo se vienen abajo al consumir productos light.
Cromosomas y enfermedades
Sostuvo que la anorexia y la bulimia son trastornos hereditarios que se relacionan con el cromosoma 1, localizado en el brazo corto; para su activación, se necesitan estímulos exteriores, por ejemplo, cuando a alguien le dicen “estás gorda”, se desarrollan problemas psiquiátricos vinculados con la serotonina.
Apuntó que el gen de la obesidad (OB) predispone a tener sobre peso y actúa con las hormonas, por lo que consideró que el nutriólogo debe hacer un cariotipo, es decir, un estudio de los genes del paciente con las enfermedades mencionadas para determinar su dieta.
“Los nutriólogos tienen como base que los alimentos sanos son los que tienen menos grasas, menos hidratos de carbono, glucosa y azúcar, pero esto se debe ir modificando conforme a la genética del paciente”, concluyó.
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