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MI OPINION FINANCIERA DE HOY

                                                                                                     

ARMANDO VALERDI

avalerdir@hotmail.com

Hoy inició mi OPINION recordando lo que Richard Duncan menciona en su libro la Nueva Depresión acerca de la crisis que se inicia en 2008 y a la que asigna ese nombre, La nueva Depresión.

Duncan piensa que la causa tanto de la Nueva Depresión como de la Gran Depresión fue una expansión económica alimentada por el crédito.

Otro pensamiento importante de Duncan se refiere a que el primer episodio empezó en 1914 cuando la primera Guerra Mundial destruyo el patrón oro en Europa. Considera que la expansión de 1914 a 1930 termino en un colapso económico mundial cuando no se pudo devolver el crédito que la había alimentado, originando la Gran Depresión y que llevo a una nueva confrontación, la Segunda Guerra Mundial.

La Segunda Guerra Mundial fue mucho más destructiva que la primera. Al final de la guerra, Europa se encontraba devastada y muy cerca de la miseria. Pero como en todo siempre hay ganadores y perdedores, algunos países neutrales europeos, que fueron pocos y pequeños: Portugal, Suecia y Suiza. Finlandia y España fueron no beligerantes, que es una manera delicada de señalar que tenían su corazón en un lado pero que no podían entrar en la contienda por diversos motivos, sino ganaron cuando menos no perdieron tanto como los que si participaron directamente, pero hubo uno en especial que resulto el gran ganador, y su éxito productivo fue espectacular, me refiero a Estados Unidos, que gracias a que la contienda fue muy lejos de su territorio, y además de que su enorme potencial productivo subutilizado desde la crisis de 1929-1933, pudo ser utilizado y así logró prácticamente duplicar su PIB de 1939 en sólo 5 años. Aún hoy se siguen estudiando los factores de tal éxito. Residen en la total utilización del trabajo y el capital, con un particular énfasis en la cantidad y calidad del trabajo. Los norteamericanos trabajaron mucho más de lo que habían trabajado antes y de lo que estarían dispuestos a trabajar después y, además, trabajaron con más atención, entusiasmo y compromiso, y sin duda aprovecharon la guerra.

Los horrores y la destrucción de la segunda conflagración mundial sobrepasaron con creces los de la primera, lo que llevo a que desde 1941 trabajaran en el diseño del sistema económico de posguerra. Llegaron a un acuerdo sobre el proyecto 3 años más tarde y exhortaron a los otros países a adherirse a él. A tal fin convocaron una conferencia económica internacional, que se celebró en julio de 1944 en Bretton Woods. El marco institucional allí aprobado tuvo excepcional importancia, y no porque a partir de entonces se adecuasen a él las relaciones económicas internacionales. Si bien el nuevo orden financiero y comercial no sirvió para solucionar los perentorios problemas de balanza de pagos que tenían planteados los países en la inmediata posguerra, sí tuvo la virtud de definir el entorno en que idealmente deberían operar el comercio, los movimientos de capital y los pagos exteriores. Tanto es así que Bretton Woods fijó un horizonte hacia el cual debían encaminarse las políticas comerciales y cambiarias, horizonte que, con algunos cambios, aún hoy sigue plenamente vigente.

Con un régimen de tipo de cambio fijo y el dólar vinculado al oro, fijo su característica principal.

Los acuerdos de Bretton Woods consistieron en la creación de tres nuevas instituciones supraestatales:

  • La Organización del Comercio Internacional (OCI), después Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) y más tarde, Organización Mundial del Comercio (OMC),
  • El Banco Mundial (BM) y
  • La pieza fundamental: el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En ese momento John Maynard Keynes pensaba que para evitar nuevas crisis como la Gran Depresión era necesario un equilibrio financiero global, por lo que propuso un Mecanismo global de reciclaje de excedentes con el fin de prevenir la acumulación de excedentes sistemáticos en algunos países y de déficits persistentes en otros, pero desgraciadamente no fue escuchado.

Posteriormente, Estados Unidos rompió el vínculo entre dólar y oro en 1968 y después destruyo el sistema monetario internacional de Bretton Woods en 1971. En donde la naturaleza del dinero cambio, llevando a una proliferación del crédito, que se multiplico por 50 entre 1964 y 2007, llegando a lo que Duncan denomina La Nueva Depresión a partir de que la expansión monetaria implosionó en 2008.

Duncan advierte de dos sendas que podrían llevar a un colapso económico mundial son en primera instancia una crisis bancaria y la otra el proteccionismo.

La primera ha sido cuidada con esmero por los bancos centrales, empezando con la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central europeo por medio de la expansión cuantitativa, pero el proteccionismo, comenzaría una guerra comercial y el comercio mundial se contraería bruscamente.

Lo que hoy vemos debido al proteccionismo, es desaceleración del crecimiento del comercio mundial que desde finales de 2018 se ha visto agravada por los daños causados debido a la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, por lo que analistas advierten que el intercambio global se dirige a su peor año desde la crisis financiera del 2009.

Las tasas de crecimiento trimestrales indican que el comercio se redujo del 1.1 por ciento en el tercer trimestre de 2018, al -0.6 por ciento en el cuarto trimestre del 2018 y -0.3 por ciento en el primer trimestre de 2019, se espera que en promedio el comercio global registre apenas un crecimiento del 0.3 por ciento para este 2019, ubicándolo en el peor nivel desde 2009.

México no está exento a este cambio radical de las condiciones de comercio internacional, ya lo hemos estado viendo, por lo que hay que estar atentos a cambios radicales en el comportamiento económico—financiero.

 

Gracias

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