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MI OPINION FINANCIERA DE HOY    

 

ARMANDO VALERDI

avalerdir@hotmail.com

Al inicio del penúltimo mes de este confuso año, hemos empezado a ver síntomas que aumentan la complejidad del entorno que vivimos, y que eventos como el Brexit o la elección de Donald Trump en Estados Unidos que he resaltado en varios de los comentarios en este espacio, ya no son aislados, hoy sin duda podemos agregar algunos más que en alguna forma coinciden con las causas del porque las condiciones que muestra nuestro mundo global hoy son tan complejas e inciertas.

Al respecto veamos la opinión de Moisés Naím que publico recientemente el periódico El País, y que inicia preguntando, ¿Por qué arden las calles?, y dice que muchas de las razones son utilizadas para explicar sorpresas como Trump o el Brexit. Naím, comparte la preocupación de muchos que buscamos las causas de los disturbios callejeros que estamos viendo en Egipto, Líbano, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Francia, Chile, Hong Kong, y que no obstante que podríamos pensar que cada una tiene un origen o causa muy distinta, el analisis de la realidad sin confundir los efectos, nos podría llevar a encontrar causas comunes que los están originando.

Naím nos confirma esta última aseveración y comenta que, “las explicaciones comúnmente usadas no sirven para pronosticar en qué momento o en qué lugar estallarán protestas que se verán amplificadas por las quejas crónicas”. Menciona las posibles causas comunes que están originando las llamas en las calles, “la desigualdad económica, los bajos salarios, la baja o nula movilidad social y la falta de un futuro mejor para los jóvenes, servicios públicos infames, la globalización y la pérdida de puestos de trabajo causada por las oleadas de inmigrantes, de productos chinos o de robots. Además debido a que los políticos han perdido la sintonía con la gente y no se representan más que a sí mismos y a los intereses de las élites”.

Toca también temas importantes y delicados como el papel de “las redes sociales y los agentes furtivos que las utilizan para sembrar discordia, profundizar en los resentimientos y la desconfianza que divide a la población, o hasta para crear nuevos conflictos”, aspectos que como bien lo dice Naím, probablemente no sean fortuitos sino programados por grupos con intereses muy particulares y además distantes a lo que realmente la gente quiere.

Otra opinión que es importante tomar en cuenta nuevamente para nuestro analisis de hoy, es el de Yuval Noah Harari y que está en su libro 21 Lecciones para el siglo XXI, publicado por editorial Debate, y que nos dice en primer término que “los humanos pensamos más en relatos que en hechos, y esto según mi opinión se debe a que nuestra mente así como nuestras decisiones son más emocionales que racionales, esto de acuerdo a los últimos resultados mostrados por científicos que se especializan en el estudio del comportamiento humano. Harari también marca como el inicio de los efectos del cambio el año de 2016, con el inicio del Brexit en Reino Unido, así como el acceso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, y dice “fue el momento en que esta marea de desencanto alcanzo los estados liberales básicos de Europa occidental y de Norteamérica”.

Otra mención importante tiene que ver con los relatos, Harari menciona que “en 1938 a los humanos se les ofrecían tres relatos globales entre los que elegir, recordemos; el Fascismo, el Comunismo y el Liberalismo, en 1968 solo había dos, en 1998 parecía que el Fin de la Historia de Fukuyama había triunfado, el liberalismo había quedado como única opción, no obstante en 2018 con la crisis, parece que hemos quedado en cero opciones. Harari nos dice algo con lo que coincidimos “que de repente nos hayamos quedado sin ningún relato, resulta terrorífico”, sobre todo agregaría, que este entorno nos deja en manos de políticos populistas que no resuelven y solo crean falsas esperanzas a la población, y que al no cumplirlas harán que el entorno se agrave más. Si a esto le añadimos que el entorno actual se ve influenciado por las revoluciones en la biotecnología y la infotecnologia, y que la disrupción tecnológica no constituye siquiera un punto importante en los programas políticos, esto nos lleva a la tormenta perfecta del cambio que hoy enfrentamos. Porque además hay que considerar como lo dice Harari “que las personas de a pie quizá no comprendan la Inteligencia Artificial ni la biotecnología, pero pueden percibir que el futuro no las tiene en cuenta”.

Sin duda el presente paradójico nos muestra aún más el futuro incierto debido a que quien fue, por su propia conveniencia e interés el líder mundial, Estados Unidos, hoy la política de su presidente ha mostrado desinterés en volver a ser lo que fue, y que por otro lado China un país que parece haber dejado a un lado y en segundo plano el marxismo-leninismo, y parece encontrarse muy a gusto con el orden liberal internacional.

De lo que podemos estar seguros hoy, es que el fin de la historia aún no se escribe, pero lo preocupante es lo que se dará mientras encontramos un nuevo camino.

 

Gracias

 

 

 

 

 

 

 

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