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MI OPINIÓN FINANCIERA DE HOY    

ARMANDO VALERDI

avalerdir@hotmail.com

Cuando abordamos algún tema que nos inquieta en este espacio, tratamos de buscar información, caminos y opiniones que nos lleven a una mejor toma de decisiones con el fin de que nuestro presente nos lleve a un futuro deseado, por lo que necesitamos encontrar las mejores herramientas para lograrlo.

Algunas de las preguntas que cada vez están más presentes en nuestras mentes en el momento actual, son ¿Qué futuro nos espera?, ¿Cómo será el mundo del mañana? Y al no tener respuesta, la enfermedad del siglo XXI se presenta inmediatamente, el estrés, causándonos malestares y enfermedades, por lo que se vuelve urgente y necesario buscar soluciones al respecto.

Desde tiempos remotos se ha buscado tener la bola de cristal que nos diga nuestro futuro y cuando menos hasta ahora no parece posible predecir el futuro, pero lo que es más que posible, es diseñar varios futuros, pero ¿Cómo es eso?

Peter Drucker, decía que “La mejor forma de predecir el futuro, es crearlo”. Y Gastón Berger nos dice cómo; “A través de la ciencia de la prospectiva, que como ciencia estudia el futuro para comprenderlo y poder influir en el”.

Prospectiva: anticipación para esclarecer la acción. Esta « indisciplina intelectual » (Pierre Massé) tiene que ver con « ver de lejos, largo y profundo» (Gaston Berger), pero también con (innovación y conjunto (apropiación). La visión global, voluntaria y a largo plazo, se impone  para dar sentido a la acción”.

Uno de los caminos a seguir es iniciando con las siguientes preguntas que nacen del proceso prospectivo: 1.- ¿Qué ocurre? Diagnóstico, 2.- ¿Qué puede ocurrir? Prospectiva, 3.- ¿Qué puedo hacer? Estrategia, 4.- ¿Qué voy a hacer? La acción.

El arranque depende de nuestra actitud al respecto, algunas de las actitudes comunes que se han podido observar son: Pasiva, no hacer nada; Reactiva, política de apagafuegos; Pre-activa, anticiparse a los cambios; Pro-activa, provocar el cambio.

Sin duda siempre el futuro no atraído, queremos conocerlo para influir en el, para cambiarlo, pero para esto tendríamos que utilizar las herramientas que hoy tenemos para hacerlo.

Por lo pronto para hoy haremos una reflexión al respecto del futuro y en donde tomare como inicio la pregunta ¿Qué ocurre?, que consiste en realizar un diagnóstico de nuestro presente y su entorno, y en donde encontramos que la complejidad, la incertidumbre y la heterogeneidad de los cambios parecen ser una constante, y en donde parece que hablar de futuro es hablar de sobrevivencia.

Nuestro presente parte del dilema si lo que vivimos hoy ¿es una época de cambios? o ¿un cambio de época? Eamonn Kelly en su libro “Tiempos poderosos”, nos decía que “por más de una década ha sido obvio que vivimos en una época de cambios, pero ahora también parece que estamos viviendo un cambio de época”. Algunas de las diferencias que podemos encontrar entre una y otra es que en la primera el entorno nos muestra; estabilidad relativa; relativa continuidad; y satisfacción relativa; en el segundo escenario lo que nos muestra el entorno es, Turbulencias, inestabilidad, incertidumbre, desorientación, discontinuidad, inseguridad, perplejidad y vulnerabilidad.

¿En cuál escenario crees que nos encontramos, cuando empezó a cambiar, y a dónde llegara?

Como dice Kelly que parecía que al principio lo que vivíamos era una época de cambios, no obstante lo que parece que ya empezó es un cambio de época, o de civilización.

Al respecto Alvin Toffler nos decía en la década de los ochenta, que muchos de los acontecimientos o tendencias que se empezaban a observar y que aparentemente eran inconexos, en realidad es que se hallaban relacionados entre sí. Debido a que son partes de un fenómeno mucho más amplio: la muerte del industrialismo y el nacimiento de una nueva civilización.

Toffler se percataba ya del cambio tan importante que la humanidad inicio a vivir a partir de la década de los años setenta, y nos decía que una nueva civilización estaba emergiendo en nuestras vidas, y que hombres ciegos a lo que se estaba iniciando están intentando en todas partes a sofocarla.

Nos hizo ver que esta nueva civilización traía consigo nuevos estilos familiares; formas distintas de trabajar, amar y vivir; una nueva economía; nuevos conflictos políticos; y algo muy importante más allá de todo esto, una conciencia modificada también.

Toffler ya percibía la existencia de fragmentos de la nueva civilización que estaba iniciando, y describía como millones de personas habían iniciado a llevar sus vidas a los ritmos del mañana, a los ritmos de la nueva civilización que se asomaba, mientras que otras se encontraban aterrorizadas ante el futuro incierto y complejo que se asomaba y trataban de huir y regresar al pasado, intentando reconstruir el agonizante mundo que les hizo nacer.

Lo que Toffler nos describió hace más de cuarenta años hoy es más claro y vigente, porque él comenzó a identificar según su analisis que cada civilización tiene un código oculto, que son un conjunto o principios que presiden todas sus actividades y las impregnan de un repetido diseño.

Toffler nos menciona que este código se componía de seis principios interrelacionados que programaban el comportamiento de millones de personas. Surgidos naturalmente del divorcio entre producción y consumo, que para él era la cuña invisible que caracterizaba a la civilización industrial o la segunda ola, según su analisis de olas, estos principios afectaron a todos los aspectos de la vida, desde el sexo y las diversiones, hasta el trabajo y la guerra.

Considerando lo que Toffler nos dice tomemos como punto de partida que siendo un cambio de época, la llegada de una nueva civilización, debemos encontrar su código oculto para crear escenarios que nos permitan crear futuros posibles.

Y sobre todo que hay esperanza, ya que los jóvenes de hoy, como Greta Thunberg y otros, sirven como recordatorios de cuán capaces pueden ser los seres humanos de rehacer el mundo. Es su futuro en juego. Como lo expresa Gita Bhatt, en su reporte del Fondo Monetario Internacional con titulo Una nueva economía climática.

 

 

Gracias

 

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