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MI OPINION FINANCIERA DE HOY

 

ARMANDO VALERDI

avalerdir@hotmail.com

 

Nuevamente semana complicada para los mercados financieros, y en nuestro país no fue la excepción, esto llevo a que cuando menos diez grupos financieros ajustaran al alza sus pronósticos para el precio del dólar en el próximo año y algunos lo ven por arriba de los 20 pesos.

Los mercados, como ya lo hemos mencionada en semanas anteriores, se encuentran en un proceso de volatilidad muy alto, una de las causas se debe a cierto nerviosismo debido al miedo de que el ciclo anormalmente largo que se ha presentado hasta ahora, tanto de la economía estadounidense como de los mercados alcistas se concluya en el corto plazo, por lo que cada día más serán más cautelosos sobre todo para el próximo año.

Un ciclo económico positivo tan largo de utilidades corporativas y de precios accionarios al alza, en general pone nervioso al mercado porque su comportamiento histórico tiene la sombra de un inicio a la baja, por lo que independientemente de no haber signos claros de un inminente colapso económico o de un inminente escenario de recesión mundial; los mercados se muestran muy sensibles y se reconoce que la volatilidad y lo impredecible de los mercados se ha incrementado, por lo que hay un gran factor de minimizar riesgos y diversificar portafolios en modelos de negocio de largo plazo.

Por otro lado Joel Martínez menciona que otro factor socorrido en las grandes corredurías para “ajustar” los modelos, es la parte política, dejando claro que más que ideologías, lo que el mercado sanciona de los gobiernos nuevos no tradicionales es su política fiscal, que es básicamente la herramienta que un Gobierno tiene a la mano para incidir en la realidad económica.

Sin duda una de las preocupaciones principales acerca de la terminación del ciclo alcista, también radica en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que de acuerdo con un reporte del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), esta guerra comercial y el impacto económico que tenga sobre ambas economías seguirá siendo un factor de riesgo global que pesará sobre los mercados financieros, principalmente de países emergentes. “Cuánto dure la calma en los países emergentes dependerá de las condiciones financieras globales y de la desaceleración en el comercio entre China y Estados Unidos”, señaló Paul Della Guardia, economista del IIF, en un análisis.

Además hay que considerar que la batalla emprendida por Donald Trump para disminuir la brecha comercial con China, uno de los principales factores desestabilizadores de los mercados en este año, no ha logrado su cometido, por el contrario, el déficit de EU alcanzó un nuevo récord. Y que el desbalance comercial con el país asiático alcanzó la cifra sin precedente de 40 mil 243 millones de dólares en el pasado mes de septiembre, de acuerdo al último reporte del Departamento de Comercio. El dato es 55 por ciento mayor que el déficit de 25 mil 875 millones de dólares registrado en abril pasado, cuando Trump comenzó a ejercer presión sobre China.

Por todo esto hay que considerar lo mencionado por Nomi Prins, que alertó que las políticas monetarias de los principales bancos centrales del mundo han creado burbujas de activos que podrían estallar en una crisis aún mayor la próxima vez.

Sin duda no hay señales en este momento lo que podría desatar otra crisis como la del 2008, pero a los diez años de su estallido las secuelas aún no se han superado por lo que el miedo está presente, y aspectos como el proteccionismo, los desequilibrios de China, Italia, las subidas de tipos de la Reserva Federal, los emergentes, la deuda no bancaria, la sobrevaloración de la Bolsa estadounidense, todos preocupan, sobre todo porque los recursos para enfrentarla son mucho menores a los que se tuvieron hace diez años para amortiguarla.

Las condiciones que tenemos en este momento de un mundo en transición para encontrar su nuevo rumbo son complejas, por lo que aún no podemos vislumbrar el grado de disrupción que se dará, debido a que muchas de las propuestas de los nuevos gobiernos van en contra de una corriente ya trazada por la cuarta revolución industrial y considerando el grado de nerviosismo de los mercados, aumenta la complejidad del entorno para la toma de decisiones.

Por lo que al respecto, considero conveniente citar lo recientemente mencionado por Joel Martínez, “A cada día le bastan sus temores y no hay porque anticipar los de mañana”, decía Charles Péguy; pues si crece el miedo, habrá exigencia de más premio al riesgo hasta que se vuele la economía. La moneda aún está en el aire, hay que tener calma para que se vayan descifrando las incógnitas, sobre todo de índole política, que aún tienen los mercados y para cerrar parafraseo a Bertrand Russell; “conquistar el miedo es el conocimiento de la riqueza”.

 

 

Gracias

 

 

 

 

 

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