La entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal es la transformación jurídica más importante de los últimos 100 años, aseveró el presidente Enrique Peña Nieto.
Ante los titulares de los poderes judiciales federal, locales, legisladores, gobernadores y representantes de organizaciones sociales, EPN dijo que «los mexicanos podemos y debemos sentirnos orgullosos por haber hecho realidad la transformación jurídica más trascendente de los últimos 100 años».
«Al concluir la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, damos un paso decisivo para brindar a la sociedad una justicia más cercana, transparente y eficaz», agregó.
Dijo que para que el nuevo modelo funcione “y funcione bien”, se debe contar con mecanismos efectivos de relación y monitoreo.
Pidió la voluntad, el compromiso y el trabajo del Estado Mexicano en conjunto, para consolidar el Nuevo Sistema de Justicia Penal. Por eso el llamado a los poderes Legislativo y Judicial, a los gobiernos locales, a la academia y a las organizaciones de la sociedad civil «para mantener la causa de la justicia penal como una prioridad nacional».
Reitera Aguilar Morales ajustes sobre la marcha
El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales, subrayó que ahora comienza el reto de hacer realidad el Nuevo Sistema de Justicia Penal.
«Cueste lo que cueste, le pese a quien sea; una nueva, libre, transparente y mejor forma de impartir la justicia penal”, refirió el ministro.
El también presidente del Consejo de la Judicatura Federal destacó que este nuevo sistema «es la respuesta a desafíos y demandas sociales que siguen estando ahí y que demandan cambios indispensables e impostergables».
Aguilar subrayó que «el Estado mexicano no debe olvidar que este cambio, lo que ha hecho es detener la inercia histórica de una forma ya rebasada de procurar e impartir justicia en el país».
Reconoció que el sistema penal ha dejado de cumplir con solvencia la resolución de problemáticas para la sociedad y que se había rezagado en temas tan sensibles como la justicia pronta, el rol de las víctimas en el proceso, la aplicación del principio de inocencia o la transparencia.
Dijo que el sistema tradicional había perdido la confianza y la legitimidad; había dejado de tener vigencia y aplicación con la realidad, pues la independencia resultó cuestionable; con ello la validez y el cumplimiento de las sentencias.
Aguilar Morales hizo un llamado a no echar las campanas al vuelo con la entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal. «Qué mal haríamos en suponer que hemos terminado, qué engañoso sería decirle a los gobernados que el sistema de justicia ya está resolviendo todos sus problemas», sentenció.
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