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Semilla del Futuro

 

 

ARMANDO  VALERDI

avalerdir@hotmail.com

Al siglo XX, lo podemos considerar como dice Eamonn Kelly “posiblemente el más notable, hasta la fecha”,  nos mostró dentro de su primara mitad la primera era de globalización y liberación que terminó  con la primera guerra mundial, posteriormente alrededor de los locos años veinte, un gran crecimiento de la economía estadounidense, pero al final nos mostró una gran crisis económica llamada la Gran Depresión que contribuyó en alguna forma a la segunda guerra mundial, además de que los grandes cambios generados por la revolución industrial dieron origen a las nuevas ideologías del siglo XX, como el nazismo, el comunismo y el liberalismo.

Recordemos que al término de la segunda guerra mundial y con los acuerdos de Bretton Woods se da nacimiento a un nuevo orden mundial encabezado por Estados Unidos con su antagonista Unión Soviética, y en donde el dólar se convierte en moneda hegemónica respaldada por el patrón oro.

Posteriormente en la década de los setenta, Estados Unidos da un golpe de timón y el dólar deja atrás el patrón oro dejando como garantía la confianza en la economía estadounidense, y en donde hace una transformación de su economía cambiando los motores que la impulsaban y que por su preponderancia influyó en el cambio de la economía y finanzas mundiales.

Otra de las características del siglo XX fue el incremento poblacional, al inicio en 1900 se alcanzan los mil seiscientos millones de personas; en 1960 había tres mil millones. A mediados de 1999 se superaron los 6.000 millones. El efecto de este crecimiento poblacional repercutió en el agotamiento de los recursos naturales: el principal efecto de la superpoblación es en el consumo desigual y desmedido de recursos. Como consecuencia, en los países en desarrollo, la sobrepoblación ejerce una presión desmedida por el control de los recursos.

Ciertamente debemos considerar que el punto de inflexión lo marca la Revolución Industrial, pero son muchas las pequeñas revoluciones que propiciaron este despegue numérico de la raza humana que ha llevado al planeta a vivir en la actualidad  una amenazante sobrepoblación: la revolución médica, tecnológica, agrícola, financiera, de transporte, demográfica…

Yuval Noah Harari nos dice al respecto del siglo XX; “Durante las últimas décadas del siglo XX,  cada generación disfrutó de una educación, atención sanitaria superior y unos ingresos más cuantiosos que la que la precedió. La mayoría de los humanos nunca han disfrutado de mayor paz y prosperidad que durante la tutela del orden liberal de principios del siglo XXI. Sin embargo, en las décadas que vienen, debido a una combinación de disrupción tecnológica y colapso ecológico, la generación más joven podría sentirse afortunada si al menos consigue subsistir”.

Como podemos ver a través de los rasgos de la historia, cuando menos a partir del siglo XX, los cambios que ha habido en todos los aspectos de la vida humana son cada vez más veloces y profundos, lo que nos obliga a estar atentos, actualizando nuestra forma de ver la realidad,  para así adaptarnos exitosamente, no importando a la generación que pertenezcas, porque a todos en forma diferente nos está afectando el cambio,

Y así como Yuval Harari nos advierte lo que él ve del cambio,  Zygmunt Bauman opina en relación a unos de los aspectos torales que el cambio ha afectado, la educación, “en relación con las problemáticas educativas contemporáneas, precisamente esa cultura característica del mundo actual colisiona con la rigidez de la cultura escolar: ambas resultan, a su entender, incompatibles. Sostiene que durante años el diploma superior fue garante de un puesto en el mercado laboral y que mientras los logros académicos tenían correlación con las gratificaciones sociales, quienes fracasaran en sus intentos por ascender sólo podían culparse a sí mismos. Entretanto, en la actualidad se produce el fenómeno de los graduados sin empleo. Así, se trata de la primera generación de posguerra que se enfrenta a una movilidad descendente. Son jóvenes que, si bien consideran que deben sobrepasar a sus padres se topan con la imposibilidad concreta de hacerlo, en un mundo de trabajos volátiles y desempleo persistente, de proyectos que nacen muertos, de esperanzas frustradas”.

Por su parte Ken Robinson, experto en educación, nos dice que “cada vez son más quienes reconocen que, a partir de la Revolución Industrial, hemos dilapido y dañado gran parte de lo que la Tierra tiene que ofrecer, porque no hemos visto el valor que hay en todo ello”.

Y que para ver todo este escenario y sus consecuencias hay que empezar con la educación, por lo que menciona, “La educación y la formación son las llaves del futuro. Unas llaves que se pueden girar en dos sentidos. En uno se cierran los recursos; en el otro se liberan los recursos y se devuelve a las personas el control de sí mismo”.  

Como podemos ver, en relación a la preparación que debemos tener para enfrentar este nuevo escenario, es necesario tomar en cuenta las inquietudes que plantean expertos como Harari, Bauman o Robinson, y que en la reflexión del hoy solo intento plantear las inquietudes para seguir con los analisis y recomendaciones de cómo hacerlo, al respecto es recomendable no solo leerlos, si no estudiarlos para poder mejorar nuestra visión del presente, que a la vez nos llevara al futuro.

Y recordar lo dicho por Santayana;  “La cultura es un cuchillo clavado en el interior del futuro”.

 

Gracias

 

 

 

 

 

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