+ In Memorían por Ximena y José Antonio, por Francisco Javier y Josué
“Despertemos del sueño indiferente de la apatía y la resignación”
Otra vez el luto invadió a la Upaep, hace dos años perdieron a Mara, ahora a Ximena y a José Antonio.
En la ceremonia de despedida , Itzel Montiel, Presidenta de la mesa directiva de Relaciones Internacionales, con palabras emotivas, despidió a sus compañeros colombianos
Nos faltan Ximena, José Antonio, Francisco Javier y Josué Emanuel. Hoy recordamos en el Campus Central, la ausencia de nuestros compañeros asesinados. Exigimos justicia y paz. Nuestro dolor es de todos. A continuación compartimos los mensajes a la comunidad pronunciados durante el acto de recuerdo, por nuestra compañera Itzel Montiel, alumna de la licenciatura en Relaciones Internacionales y por el secretario general de nuestra institución, José Antonio Llergo Victoria.
Con el puño en alto, exijamos justicia. Mensaje estudiantil a toda la comunidad.
Hoy nos encontramos frente a una situación en la cual las palabras no son suficientes. Puebla nos ha arrebatado el sueño, y con ello la vida de muchos; esta semana sus muertes han llegado a nuestro nido.
Vivimos en una sociedad en la cual hemos normalizado la violencia, pareciera que hablamos al aire y este no nos responde; hoy nos encontramos con escritorios, consultorios, lugares en la mesa varios y quedan familias rotas, donde quedaron abrazos y caricias por dar.
En las últimas 72 horas nuestra alma se ha llenado de indignación, se ha cansado del constante miedo. Ayer fuimos partícipes y hoy testigos del alcance de la respuesta de la comunidad estudiantil.
Hemos presenciado el redoblar de nuestros pasos. Hemos escuchado el clamor de nuestra voz. Hemos reconocido rostros y miradas. No fuimos solamente una manifestación, fuimos el latir de un solo corazón.
Hoy no existe la institución. En México, la situación se nos ha salido de las manos, le permitimos a la violencia apoderarse de nuestra vida. Esta no discrimina, no discrimina entre edad, genero, ni clase social. Ella nos obliga como comunidad universitaria a un llamado de acción.
Despertemos del sueño indiferente de la apatía y la resignación, que nos levante el compromiso de construir un México mejor.
Con el puño en alto, exijamos justicia. Exijamos respuestas concretas, porque no podemos olvidar a los que ya no tienen voz.