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Políticas De Las Diferencias

 

Por: Angulo Torres Melchisedech

La cultura de la indignación

En concepto de hibridación es fundamental para la comprensión de la cultura contemporánea. Nuestra cultura tiende a alabar el mix. Lo hibrido está relacionado con lo elástico. Prolifera el cristianismo- zen, en la música la electro- cumbia, en el cine está el género ciencia- ficción. La mezcla es el elemento central de la hibridación.

América latina como la región por excelencia de la hibridación. De ahí que la esencia de la nación mexicana sea el mestizaje. El hibridismo es una jungla de términos. Genera metáforas. Tiene que ver con la apropiación y la imitación. La historia, es la historia de las apropiaciones. Por mucha traducción que haya no es posible traducir la totalidad de los elementos culturales.

Lo natural sería lo ideológico, el proceso histórico de la cultura. ¿Cómo opera o se desarrolla la indignación en la cultura? Vivimos en la era de la racionalidad del escándalo, donde todos queremos tener la razón. El escándalo, tiene que ver con la inobservancia de la ley (obstaculización). Lo que funda es escandaloso, remite a un grupo.

Una unión dirigida contra todos, prueba violenta puesta en el camino. No hay escándalo sino de lo que afecta. El escándalo está más del lado del ser que del devenir. En primer lugar, los seres humanos son criaturas vanidosas. Tampoco hay escándalo sino de lo racional. La razón no deja de desplegar sus medios. El objeto de la razón es lo que la razón permite desplegar.

Por lo tanto la razón es fundadora, enjuicia: identifica, deduce y concluye. Es preciso ser una razón que continúe ese despliegue cultural de rasgos originarios que nos quedan, y no una racionalidad que detiene, por el mero hecho de querer tener la razón. Pues al final de cuentas nadie puede decir de sí que posee razón absoluta alguna.

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