* Hay una deuda muy grande del gobierno con los mexicanos en el esclarecimiento de la masacre
Por Diego Armando Cuautle
Al cumplirse 50 de la masacre ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas en la Ciudad de México, los universitarios tenemos la obligación moral de que los hechos no sean olvidados y que las nuevas generaciones la conozcan, señaló German Molina, Director del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla (ICI).
En entrevista tras inaugurar el taller “Reflexiones del 68 a 50 años”, indicó que en nuestro país se ha ido minimizando y se ha buscado que las nuevas generaciones no lo tomen en cuenta, incluso en los libros de texto de educación básica debería estar la reseña de estos movimientos.
“Hay un intento de los gobiernos que tienen la intención de ocultarlo, de que la gente lo vaya olvidando como hoy esta pasado con el caso de Ayotzinapan, los nuevos universitarios no lo conocen, en los libros y en su formación académica no se les dio estos datos, la lucha de los universitarios y muchos tenemos la obligación moral de que estos hechos se conozcan”, subrayó.
En este sentido, dijo que existe una deuda muy grande por parte del gobierno con los mexicanos que es en el esclarecimiento de estos hechos, de dar la verdad histórica que no se ha dado a conocer, de los actores involucrados.
Aunque destacó, durante el sexenio de Vicente Fox se hizo el intento de abrir todos los expedientes, además de la intención de la Comisión de los Derechos Humanos (CNDH) por investigar, “solo se quedó en eso, en un intento”.
Agregó que de estos acontecimientos nunca se dieron a conocer los responsables, de quien dieron la orden, que paso con toda la gente que fue privada de su libertad y del número real de muertes de la represión militar
“Mientras en nuestro país no tengamos el hecho de que se investiguen las cosas, se sancione a responsables, las autoridades mitiguen el uso del poder como ocurrió en este caso y la represión militar seguiremos en un estado de dereecho endeble y el abuso de los derechos humanos seguirán”, advirtió.
Cabe señalar que en días pasados, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas reconoció, por primera vez, el caso del 2 de octubre de 1968 como un crimen de Estado que continuó más allá del 2 de octubre, “mediante detenciones arbitrarias y tortura. Todo tiene un límite y hace tiempo que lo cruzamos”.
Al respeto, Molina Carrillo dijo que representa una declaración que muchos sabíamos que así era, “pero ahora que hay una declaración de este tipo se tiene que llegar hasta las últimas
consecuencias, me parece que es importante que se den a conocer los nombres de los actores que participaron en la matanza, y que de este genocidio se sancionen y se conozcan los hechos”.
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